Regular el uso de la nube de fintech mexicanas es una barrera: ALAI
México, 5 de noviembre de 2020.- La Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) consideró que regular el uso de la nube para las empresas fintech mexicanas es una barrera, iniciativa impulsada por el Banco de México (Banxico) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Y es que, explicó, el Banxico y la CNBV buscan emitir una regulación que podría impactar negativamente en la adopción del cómputo en la nube en México, pues crearía un piso disparejo en el que los proveedores de servicios en la nube (CSP) con sede en Estados Unidos tendrían una clara desventaja con respecto a los proveedores locales; la cual también brindaría menos oportunidades de negocio para empresas estadounidenses y mexicanas que operan en México.
“Desde la ALAI resaltamos el efecto nocivo que el lenguaje establecido en dicho anteproyecto, tendría sobre los emprendedores Fintech en México respecto al uso del cómputo en la nube , compartimos, 2 asimismo, la opinión que tienen de ello los senadores Will Hurd, Vicente González, Henry Cuellar y Michael T. McCaul en su carta enviada al Representante de Comercio de Estados Unidos, Robert E. Lighthizer, y al Secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Steven T. Mnuchin, sobre este tema”, señaló Sissi de la Peña, gerente regional de comercio digital y organismos internacionales de la ALAI.
La asociación señaló que los artículos que suscitan especial preocupación en el anteproyecto son los 50 y 49:
● El artículo 50 impondría la obligación de residencia de datos o de un esquema multiproveedor a las Instituciones Financieras de Pago Electrónico (IFPE) que utilizan servicios de computación en la nube.
● El artículo 49 establecería un modelo de autorización con un alto grado de discrecionalidad y falta de transparencia para el uso de servicios de cómputo en la nube. Modelo que prevalece en el actual marco regulatorio mexicano y se ha convertido en el principal obstáculo a la adopción de tecnología de nube en el país.
El organismo consideró que dichos requisitos van en contra del espíritu y la letra de los capítulos de comercio digital y servicios financieros del T-MEC, ya que socavan a los proveedores de servicios financieros de Estados Unidos que ya enfrentan procesos de aprobación inciertos de la CNBV o del Banco de México para el uso de servicios de cómputo en la nube.
“En otras palabras, los requerimientos de residencia de datos parten de mitos acerca de la existencia de riesgos asociados a los servicios de nube. El lenguaje en el anteproyecto es desafortunado, pues replica estos mitos, ya que la protección y seguridad de los datos de los usuarios, así como la recuperación ante desastres, no dependen del lugar donde se almacenen geográficamente los datos, sino de los sistemas y prácticas de seguridad y planes de contingencia implementados. Los mejores mecanismos de protección, detección, respuesta y recuperación ante eventos de seguridad o de interrupcion de servicios, se basan en la modernización y automatización. No hay otra tecnología que pueda hacer eso como el cómputo en la nube”, explicó De la Peña.
Asimismo, expuso que la economía digital, que tiene su fundamento en el cómputo en la nube, puede dar lugar a nuevos modelos comerciales (tal como lo hace en el sector Fintech), pero esto se ve limitado cuando se generan distorsiones regulatorias a las actividades, como es el caso del presente anteproyecto. Al establecer a las empresas restricciones para el libre flujo de datos y de la solución tecnológica que mejor les convenga, se ven socavados los principios fundamentales de una economía digital próspera.
Por lo que invitó al Banco de México y la CNBV a revisar el anteproyecto para eliminar cualquier requisito de localización de datos o esquemas multiproveedor, y para mejorar la transparencia y la coherencia en los procesos administrativos, de forma que sea consistente con el T-MEC.
“En resumen, las disposiciones incluidas en ambos capítulos del T-MEC garantizan que los datos puedan fluir y beneficiar a empresas y trabajadores en los tres países, lo cual no sucedería con el anteproyecto regulatorio propuesto por la CNBV y el Banco de México. El T-MEC crea un clima seguro y favorable para los negocios entre México, Estados Unidos y Canadá, lo que finalmente promueve la expansión comercial y oportunidades de altos salarios y mejores condiciones de vida”, concluyó De la Peña.
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